Todos sabemos que nadie es perfecto. Todos tenemos áreas
débiles en nuestra vida con las que luchamos, sin embargo, aceptémoslo o no,
muchas veces sabemos lo que no le agrada a Dios e incluso en su palabra está
completamente claro y aun, a pesar de eso, lo seguimos haciendo.
Sabemos que el interceder unos por otros es bueno, sin
embargo en este pequeño post quiero comentar algo acerca de lo que Dios me
mostró al orar por otras personas. Pude darme cuenta que estaba pidiendo mal.
Cuando veía que algo era incorrecto conforme a la Palabra,
pedía a Dios que por favor cambie eso y etc. Pero no veía la raíz, el origen de
todo.

Si la relación de una persona está bien con Cristo, la
consecuencia será buena y las áreas de su vida, TODAS las áreas de su vida, se
ordenarán, ya que esa persona habrá decidido someterse a Dios.
He leído y he escuchado: “No puedo conocer tu corazón
pero puedo ver tus frutos” Y es tan cierto!!! Cuando una persona tiene una
relación íntima con Cristo (a la que todos estamos llamados) SE NOTA!!!
Así que ahí radica la raíz de todo, por ende, creo que una
de las principales preguntas que debemos hacernos es: ¿Cómo va
tu relación con Dios?
Muchas veces he sentido temor de preguntar eso creyendo que
pueden tomar mal esa pregunta y/o se pueden ofender, pero creo que si amamos
realmente a nuestro prójimo vamos a preocuparnos por su eternidad.
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