Las idas y venidas de distintas conversaciones siempre nos están rodeando. En la escuela, trabajo, calle e iglesia, estamos en constante interacción, estando expuestos a comentarios buenos y malos…Vale decir, edificantes y NADA edificantes.
Pero, ¿Qué es lo que retenemos y lo que no?
Cuando leo la Biblia pido a Dios que guarde sus palabras en
mi corazón. Oro para que no permita que el diablo la arrebate. En ese caso, no
es necesario hacer tanto drama…Sabemos que lo que dice la Biblia es correcto así
que no hay porque escoger entre lo correcto e incorrecto.
Sin embargo, nuestras conversaciones del día a día deben ser
lavadas como arroz. Debemos escoger que es lo que realmente Dios quiere que
guardemos y lo que desea que desechemos.

Tengo un versículo que me gusta mucho y forma parte del pack
de los que Dios me da xD!...
Derribando argumentos y toda altivez que se levanta contra
el conocimiento de Dios, y llevando cautivo todo pensamiento a la obediencia a
Cristo. 2 Corintios 10:5.
Pienso que Dios es el mejor filtro para nuestras vidas, es
el purificador…Es como cuando colamos la harina y movemos hasta que todo lo
bueno caiga, dejando de lado aquellos grumos.
Dejemos que ingrese a nuestras vidas solo lo que nos hará
crecer y desechemos lo que no es para nuestra edificación.
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