Creo que este es el momento en el que debo escribir esto.
Hace 2 semanas le pedía a Dios una prueba. Recuerdo que
estaba caminando hablando con Cristo y le decía que me envíe una. Quería
aumentar mi fe.
A la semana siguiente Dios estuvo mostrándome mucho acerca de
la fuerza de la mujer cristiana.
Esta semana me enteré acerca de algo realmente feo. Los
primeros días fueron duros, las primeras noches peor, pero es Dios quien me ha
regalado su consuelo, su fortaleza y su paz.

Como dije, los primeros días fueron malos. Solo quería estar
en mi cama, en estado de depresión, pero tenía que seguir sirviendo. Había más
cosas por hacer y no podía ni debía rendirme. Las noches eran las que no podía
soportar. Eran momentos en los que lloraba y no dejaba de hacerlo. Había estado
orando pero no desahogándome con Cristo. Él estaba llamándome a eso, yo me
estaba resistiendo. La noche en que eso sucedió lloré tanto. Como veces
anteriores, le exprese mis sentimientos más profundos a Él. Absolutamente todo
lo que le decía eran gritos de clamor desde el fondo de mi alma. En ese momento
vi mi vida como un vidrio, este vidrio se rompía y se caía a pedazos y con
ellos todas mis ilusiones y anhelos que habían vuelto a surgir…
Ha pasado ya una noche sin llorar y creo que hoy será así
también. Dios ha regalado canciones y versículos tan lindos a mi corazón.
No he querido reclamar nada, ni renegar contra Él. Al
contrario. Le estoy muy agradecida. Sé que esto va a pasar, aunque no vea más
allá. Voy a confiar en Él. Me emociona saber que es un pasito más de fe en tan
larga carrera.
Estoy tomada de SU mano porque Él así lo quiso. Él ha sido
quien me ha tomado. Por el deseo que ha puesto en mi yo he decidido seguirle, obedecerle
y someterme a SU voluntad. En este momento simplemente quiero seguir avanzando
con Él. Sigo tomada de su mano, pero hoy pregunto::: A dónde iremos con "esto"?
Él ha prometido que no me soltará. Él es fiel.
He aquí, no se adormecerá ni dormirá el que guarda a Israel.
Salmo 121:3
Porque no nos ha puesto Dios para ira, sino para alcanzar
salvación por medio de nuestro Señor Jesucristo, quien murió por nosotros para
que ya sea que velemos, o que durmamos, vivamos juntamente con él. 1
Tesalonicenses 5:9-10
Y no sólo esto, sino que también nos gloriamos en las
tribulaciones, sabiendo que la tribulación produce paciencia; y la paciencia,
prueba; y la prueba, esperanza; y la esperanza no avergüenza; porque el amor de
Dios ha sido derramado en nuestros corazones por el Espíritu Santo que nos fue
dado. Romanos 5:3-5
Porque tu marido es tu Hacedor; Jehová de los ejércitos es
su nombre; y tu Redentor, el Santo de Israel; Dios de toda la tierra será
llamado. Isaías 54:5
Como siempre, el sentimiento de culpabilidad por todas las cosas que hice en el pasado volvió. Estuve pensando que yo malogré el plan de Dios
para mi vida al ser rebelde y no mantenerme en SU camino y que ahora me tocaba pagar las consecuencias, sin embargo un
versículo me animó mucho…
Y la vasija de barro que él hacía se echó a perder en su
mano; y volvió y la hizo otra vasija, según le pareció mejor hacerla… En un
instante hablaré contra pueblos y contra reinos, para arrancar, y derribar, y
destruir. Pero si esos pueblos se convirtieren de su maldad contra la cual
hablé, yo me arrepentiré del mal que había pensado hacerles, y en un instante
hablaré de la gente y del reino, para edificar y para plantar. Jeremías
18:4,7-9